La CNMC acota el margen de maniobra del Gobierno para desactivar la OPA de BBVA: Sabadell no es "insustituible" para las pymes, pero hay riesgos para los particulares

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha dicho su última palabra en la OPA de BBVA sobre Banco Sabadell. El organismo que dirige Cani Fernández ya dio el visto bueno a la operación a finales de abril, pero ahora ha puesto negro sobre blanco las razones que la llevaron a tomar esa decisión y, con ello, acota el terreno al Gobierno en su intervención en el proceso para desincentivar la integración de ambas entidades. Si Moncloa quiere establecer condiciones, no podrá argumentar que pone en riesgo la supervivencia de las pequeñas y medianas empresas en España porque, a juicio de la CNMC, Banco Sabadell "no es insustituible" en lo que respecta al crédito a pymes; otra cosa es todo lo que tiene que ver con la exclusión financiera o las condiciones comerciales a las que se enfrentarán los clientes particulares porque, ahí sí, Competencia detectó riesgos que podrían servir de acicate al Ejecutivo para plantear medidas que resten atractivo a la OPA.

El regulador publicó ayer el informe de resolución de la operación en el que responde en forma de varapalo a las críticas y los cuestionamientos que el Banco Sabadell ha manifestado durante todo el proceso. El documento detalla de manera pormenorizada cómo ha sido todo de análisis de la OPA desde que la operación le fue notificada a la CNMC el 31 de mayo de 2024 hasta el 29 de abril de 2025, cuando comunicó su veredicto final. En el informe, de 189 páginas, Competencia argumenta con contundencia contra el planteamiento y las alegaciones presentadas por Sabadell y le viene a decir que su posición en el segmento de las pymes, donde la entidad vallesana había situado uno de los pilares de su defensa, no es tan relevante como defiende.

Entre otras cosas, la CNMC considera probado que Sabadell "está perdiendo cuota de mercado" en el segmento, incluso en comunidades como Cataluña, Asturias, Baleares o la Comunidad Valenciana, las más afectadas por la hipotética fusión. Asimismo, considera que los operadores bancarios medianos y pequeños están incrementando su presencia y por ello llega a la conclusión de que "no se puede considerar que la entidad adquirida sea un operador fundamental e insustituible en estos mercados regionales, ni puede aceptarse que los operadores medianos y pequeños supongan una presión competitiva limitada".

El rejón de la CNMC al argumentario de Banco Sabadell va más allá y echa por tierra la petición de la entidad catalana de aplicar remedies estructurales [entre ellos, desprenderse del negocio de pymes del banco], en lugar de compromisos de comportamiento porque, según Competencia, sería excesivo.

Ahora bien, el informe de la CNMC deja también claras las dudas que el supervisor detectó en el test de mercado sobre el impacto que una integración entre BBVA y Sabadell podría tener en las condiciones comerciales de los clientes particulares y este podría ser uno de los aspectos que podría tener en cuenta el Gobierno a la hora de pronunciarse sobre el futuro de la operación.

El Ministerio de Economía decidió elevar el análisis de la OPA al Consejo de Ministros, que tiene hasta casi finales de este mes para pronunciarse. En el calendario se baraja con mucha probabilidad la fecha del 24 de junio para que emita su dictamen, según el cual puede mantener sin cambios los compromisos establecidos ya por la CNMC o bien puede endurecerlos alegando razones de "interés general". Moncloa, que desde el primer día se mostró en contra de la operación, se encuentra en estos momentos recopilando argumentos que sustenten su intento de desactivar la oferta de Torres y en esa tarea, hay dos puntos que señala la CNMC que podrían dar munición al Ejecutivo en su afán de buscar medidas que resten atractivo a la OPA: el empeoramiento de las condiciones comerciales para particulares y el riesgo de exclusión financiera, especialmente en áreas rurales, por el cierre de sucursales.

Por un lado, la CNMC cuestionó la "eficiencia" de los compromisos planteados por el grupo de Carlos Torres en cuanto a las condiciones comerciales para particulares, especialmente en los municipios y provincias de Cataluña y la Comunidad Valenciana. "A nivel municipal, la operación no genera ningún monopolio, pero en 48 municipios da lugar a una estructura de duopolio", señaló. "La situación de monopolio y duopolio observada en determinados códigos postales impide descartar la existencia de un riesgo de empeoramiento de condiciones comerciales a los clientes particulares para determinados productos de banca minorista, pues la entidad resultante tendrá capacidad e incentivos para modificar y/o empeorar condiciones sin riesgo de perder clientes en favor de otra entidad", advirtió el supervisor.

Por otra parte, la CNMC señaló que el cierre de 300 sucursales planteado por BBVA podría afectar el acceso a servicios financieros y que la digitalización no era suficiente para mitigar el riesgo de exclusión, especialmente para poblaciones mayores.

Una vez trasladadas sus dudas, CNMC concluye que los compromisos adquiridos por BBVA para subsanarlas son «adecuados, suficientes y proporcionados», de ahí que concediera el visto bueno final.